viernes, 1 de junio de 2018

Historias de acoso y faltas de respeto

Ojalá pudiera poner en el título historia de acoso, pero en realidad son historiaS, porque aunque algunos hombres dicen que las mujeres son exageradas, la verdad es que luchamos contra algo más que solo un piropo, que personalmente suelo tomarlos de buena forma.

Aun no tomo una postura sobre las formas en que se está dando esta discusión, pero creo importante ilustrar por lo que pasamos para que haya algo de empatía.

Para ellos van estos pequeños recuerdos que tengo en mi memoria:

Edad entre 10 y 13 años - ayudaba a atender los negocios de mi familia, un almacén y una botillería, ni un problema hasta ahí, pero había un ser bastante mayor, que esperaba a que estuviera sola y entraba a comprar –que normal– hasta que cada vez que le pasaba el vuelto trataba de tomarme la mano, mi instinto me decía que eso no era bueno y trataba de evitarlo cuanto podía, en ese tiempo era muy temerosa y tenía miedo, creo que le conté a mi papá después de un tiempo, pero el tipo seguía haciendo lo mismo, buscando cuando estuviese en caja o sola, no sabia que iba a hacer, solo trataba de tomarme la mano y se reía, yo era su juguete, hasta que aprendí a pasar el vuelto más rápido que flash para no darle oportunidad a tocarme, no recuerdo si el tema terminó porque no fue más o porque cerraron ese local.

15 años - ¿Recuerdan las escaleras de las micros amarillas? una de las grandes razones por la que usaba el jumper largo, era por esas escaleras, y uno tomaba casi las mismas micros, con el mismo chofer, y si bien te costaba recordar cual era cual, solía identificar la mirada de ellos como se dirigía hasta donde terminaba mi jumper y de nuevo, te pasaban el vuelto toqueteando la mano... ¿cuál era su manía con eso?

Uno de esos días sábados de actividades extra programáticas iba saliendo del liceo y a la distancia venía un señor de short y polera en sentido contrario que me echó el ojo, yo aun muy tímida en ese tiempo, corrí mi mirada hacia otro lado, pero cuando me fue inevitable mirar al frente, el tipo se había corrido su short y me estaba mostrando su parte intima (como si fuese algo lindo).

No sé en qué momento fue que empecé a usar jockey un tiempo solo para no cruzar miradas con las personas, pero fue cerca de ese evento.

Uno de esos días de micro, sentí una mano que no era la mía y me congelé, no pude mirar, no supe que hacer. 

19 años - Primer trabajo!! jupi!!! ... tuve que renunciar porque los señores mayores nuevamente entra 45 - 60 años me realizaban demasiadas insinuaciones, uno me llegó a ofrecer vivir con el en su parcela. Me insistían, hablándome sobre que opinaba sobre el sexo, ellos me decían que un hombre mayor siempre es mejor y así tiraban anzuelos por si una picaba. Yo callada y con mi timidez aun predominante pensaba, que acaso no tienen hijas, hermanas, madres, como para no saber lo que estan diciendo, por qué no buscaban alguien de más menos su edad con experiencias y un nivel de educación acorde con ellos. Era acaso mejor tratar de convencer a una joven que poco sabia de mundo que se encerrara a cuidar a un hombre mayor? 

En el mismo lugar tuve que rechazar a un chico que era el sobrino del jefe y me dijo como de película "Te arrepentirás de esto" , eso no fue acoso, pero tenía su grado de superioridad y fui maldecida. Aun no arrepiento.

22, 23, 24... 

Preuniversitario, un profesor ñoño, me cachó lo ñoña y soñaba que me pusiera falda corta y cachitos, la cosa es que nunca me he negado ha ser amable y simpática dentro de lo que puedo, pero este tipo un día como me empezó a incomodar más de la cuenta y pucha no recuerdo bien porqué exactamente pero dejé de ir finalmente por esa razón, obvio no le hablé más y corté relación con el. Era buen profe, pero no sabía tener una relación profesional.

Trabajo en el Banco... wujuuu!!! gente con mayor educación o si. Uno dale con tomarme la mano, otro me cortaba el paso dentro de una bóveda y me tiraba besos y otro insinuando cosas por teléfono hasta que de alguna forma los aprendí a controlar, a estas alturas ya no era tímida ni temerosa y no iba a renunciar por eso, tenía que ser más fuerte. 

Otra vez, otro tatita, me empezó a igualar el paso, el iba con un palo bien largo de madera y yo con una bolsa algo pesada, de a poco empezó a decir cosas medias balbuseadas, apliqué el paso uno, hacer la que no escuchó, el hombre siguió, apliqué paso dos, cambiar el paso para salir de su ruta, viejito me empezó a rodear y a gritarme las cosas y a echarme chuchadas, finalmente apliqué el paso tres, lo subí y lo baje a gritos al viejo para dar mi frase del bronce "te voy a meter el palo en la raja viejo y la con$@#¢∞@! y el pobre se arrancó y me gritó !hay tan señorita que se veía!... viejo fresco. 

29 años - Metro de Santiago... 

Para variar hombre borracho, empezó a colocarse frente a mi, yo me corrí, había espacio y se acercó de a poco como que no quiere la cosa, igual había una distancia prudente entre el y yo, así que opté por correr mi mirada hacia otro lado, y empezó a decir cosas obscenas relacionadas conmigo, obvio que ahí reaccioné y empecé a decirle que parara, yo no lo estaba molestando. Pero siguió y se enojó el pobre hombre, me empezó a gritar y como estaban las puertas abiertas del metro aprovechó de bajarse, gritándome lo que quizo,  cuando se bajó un buen samaritano me preguntó si estaba bien y me dijo: perdone pensé que venia con usted. Yo estaba bien, pero con la lata del mal rato... cuál es el derecho que cree tener para que me traté así gratuitamente.  


Quizás por estos recuerdos para mi un piropo no es nada más que una expresión, me han dicho cumplidos de verdad con mucho respeto, pero hombres! estos movimientos feminista no son culpa de aquellos galantes, lamentablemente pagan justos por pecadores, hay una gran cantidad de hombres que se creen con un derecho superior a cruzar la linea del respeto solo por el hecho de somos mujeres sin importar la edad, sin entender que podemos ser sus hijas, madres o hermanas.

Es un tema de respeto, palabra que algunos hombres no conocen. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario